Publicado en el Diario Vasco el martes 8 de septiembre de 2009
El Ayuntamiento de Errenteria y los vecinos del barrio intentan cerrar la herida que se abrió a principios de verano con el acoso a comercios de inmigrantes.
B. OLAIZOLA
Vigilancia policial y diálogo. La receta que desactivó el pasado mes de julio los primeros incidentes de signo xenófobo que se registraban en Gipuzkoa sigue vigente. El incremento del dispositivo de seguridad durante el verano ha sosegado los ánimos de los vecinos del barrio errenteriarra de Iztieta. «Afortunadamente, la tensión ha disminuido y las cosas no han ido a más», decía ayer el alcalde de Errenteria, Juan Carlos Merino.
El alcalde mantuvo ayer su primer encuentro con representantes de la asociación de vecinos del barrio para intercambiar impresiones. A la reunión asistieron también representantes de los grupos políticos errenteriarras y miembros del colectivo del Gobierno Vasco encargado de mediar entre las partes. Las buenas palabras del alcalde se toparon con la aspereza de la asociación de vecinos de Iztieta, cuyos representantes consideran que el Ayuntamiento ha incumplido todos los compromisos que adquirió cuando el conflicto amenazaba con provocar un estallido social.