Publicado en el diario Deia el lunes 13 de octubre de 2008
Problemas familiares, hurtos, disputas de tráfico o impagos de pensiones se resuelven al margen de los tribunales.
gasteiz. Txus Díez.En ocasiones, acudir a la Justicia ordinaria por un delito menor puede convertirse en un farragoso y frustrante tránsito que deja a la víctima tan confusa como insatisfecha. A veces, una disculpa o una pequeña indemnización pactada con el causante del agravio puede resarcir más a quien ha sufrido una agresión, le han causado daños en su vehículo o ha sido objeto de un robo.
En países punteros en política penal como Canadá se dieron cuenta hace tres décadas de las ventajas que podría acarrear esta especie de justicia paralela que, con el nombre de servicio de mediación penal, se estrenó en Barakaldo en julio de 2007 y en Gasteiz tres meses después.
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